Queridos alumnos,
los imprevistos, siempre constantes en la vida, nos fuerzan por ahora a distanciarnos de lo que antes era nuestro día cotidiano: ir a la escuela, tomar clases, encontrarnos con nuestros amigos, comer juntos, compartir las sonrisas, los enfados y la tristeza. Es por eso que ahora, como diría el poeta: "en tiempos tristes de anarquía, encontrar amigos es algo grato y valioso". Es la amistad que comparten lo que les dará fuerza, compañía e inteligencia para afrontar cualquier pesadumbre.
No sé qué enseñanzas nos dejará esta cuarentena, pero pienso que si ya extrañamos el vernos y compartir un espacio, al menos es una prueba de que la amistad requiere de la presencia y la constancia. Ahora nuestra presencia tiene que ser virtual, estar allí no sólo para las clases, también para ayudarse con las tareas y sobre todo apoyarse entre ustedes, preguntar siempre un ¿cómo estás?, más allá de las formalidades de un saludo.
Regresaremos pronto y será más bello de lo que ya hemos construido; por ahora vayamos día a día, construyendo nuestra felicidad en el momento presente...
Les mando un abrazo,
att. Leo.
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